¡Hola!
Hoy traemos algo especial para los más hermosos y dulces de la familia: Nuestros perritos.
Ingredientes:
Crema de maní 100 gramos
Leche sin lactosa 1/4 vaso
Harina de trigo 3/4 taza
Polvos de hornear 1 cucharadita
La receta original era en base a crema de maní normal y corriente, pero preferimos elaborar una casera, minimizando los componentes odiosos de los productos envasados. Para ella utilizamos 100 gramos de maní orgánico sin sal, lo trituramos y añadimos 22 ml de aceite vegetal (una cucharada y media). hasta formar una pasta suave y sin tropezones. No agregamos ni sal ni azúcar, por no ser conveniente.
Como era la primera vez que las hacíamos, fuimos tanteando las cantidades hasta dar con la proporción. |
Tenemos que lograr una masa con este aspecto. Fácil de moldear y que no se pegue ni en la mesa ni en las manos. Lo más recomendable es incorporar primero la leche y luego la harina hasta que sea suficiente. Como tiene un alto contenido en grasa, puede costar trabajarla en un ambiente caluroso. Para solucionarlo, es muy útil enfriarla por media hora en el refrigerador, mojarse las manos con agua fría y poner un ventilador si hace falta.
La grasa del maní también te ayudará nutrir las uñas mientras amasas. |
La estiramos formando un manto de unos 6 mm de espesor y cortamos del tamaño deseado, intentando que queden iguales entre sí, para que se horneen de forma pareja. Si no tienen mucha práctica, les dejamos este vídeo. En el minuto 3:05 verán un truco para extender la masa uniformemente.
De la masa conseguimos 12 galletitas y un churrete. Las pusimos en una bandeja de horno, ligeramente separadas entre sí.
No hace falta enharinar ni engrasar la placa del horno. El aceite que contienen, evitará que se peguen. |
Precalentamos el horno a 180ºC y las horneamos por aproximadamente 20 minutos con fuego por ambos lados. Están listas cuando comienzan a dorarse.
Al retirarlas del horno, lo mejor es ponerlas inmediatamente a enfriar sobre una rejilla.
Esto permitirá que queden más crujientes |
¡Ahora les toca probar a ustedes! |
Algunas cosas importantes a tener en cuenta:
Los veterinarios recomiendan que las golosinas que damos a nuestros perritos, no excedan el 30% del equivalente a su alimentación diaria. Es decir, si tu mascota consume 400 calorías diarias, no puedes darle más de 120 en snacks. Cada una de las galletas que hemos elaborado, aporta aproximadamente 90 calorías.
Lo ideal es no transformarlo en un hábito, sino más bien, utilizarlas para premiar conductas, reconfortarlos después de un baño, cuando se quedan solos durante un rato o cualquier otra situación estresante. Un truco interesante es darle las golosinas en trozos un poco más pequeños que tomarán en un solo bocado igual que si les dieras la golosina completa. De esta forma sentirán que les estás dando una cantidad mayor.
Como ya habrán notado, estas galletas son perfectamente incorporables a nuestra dita humana y mucho más saludables que las que podemos adquirir en el comercio. Quienes queremos y respetamos la vida de los animales, convenimos en la importancia de darles lo mejor y no variar los criterios de calidad que utilizamos al momento de escoger, ni mucho menos convertirles en una forma de deshacernos de las sobras de nuestra comida. Muy por el contrario, los perros en particular, requieren de un especial cuidado al momento de alimentarlos. Existen muchísimas cosas de consumo humano habitual que pueden resultar nocivos por su toxicidad. De ahí la insistencia de los profesionales de la salud canina para que sólo les demos lo que ellos nos indican.
Les dejamos esta web como referencia. En ella encontrarán una lista de alimentos cotidianos peligrosos o incluso letales y el efecto que cada uno tiene sobre la salud de los pequeñines.
¡Hasta la próxima entrada!
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