domingo, 28 de abril de 2013

Dorayaki

El dorayaki es generalmente conocido gracias a Doraemon y el despistado Nobita, que sentían una gran debilidad por ellos, pero lo cierto es que en Japón es un dulce tradicional muy conocido y uno de los favoritos de los más pequeños a la hora de la merienda.

Su traducción al castellano sería algo como "gong a la plancha" y su aspecto realmente nos recuerda al de los clásicos pancakes, pero la diferencia entre ambos radica en que el dorayaki consiste en dos tortitas rellenas.

Originalmente se usa el anko (pasta de porotos azuki o rojos), pero también se suele usar la crema de castaña o de boniato.

Hoy, para ser lo más fieles posible a la receta original, los prepararemos con una pasta de porotos rojos.

Ingredientes para 5 unidades:

100gr Harina
2 Huevos
250gr Azúcar
6gr Levadura en polvo
2 Cucharadas de Miel
150mL Agua o Leche
200gr Porotos azuki o rojos
Sal



Comenzamos preparando nuestra pasta de porotos que habremos tenido en remojo durante toda la noche anterior.

Los ponemos en una olla con bastante agua y llevamos a ebullición. Una vez hierva, dejamos a fuego alto durante unos 30-35 minutos o hasta que veamos que nuestros porotos están los suficientemente blandos como para comerlos. Podemos cubrir nuestra olla si lo deseamos para acelerar el proceso.

Bajamos el fuego a medio-bajo, destapamos y comenzamos a retirar agua con cuidado de dejar un poco bajo nuestros porotos, ya que de lo contrario nos puede quedar una crema muy espesa.

Dejamos cocer removiendo de vez en cuando y vamos añadiendo 200gr de azúcar y una cucharadita de sal.

El azúcar lo añadiremos en tres tiempos, removiendo hasta mezclarla por completo cada vez.

Una vez añadamos todo el azúcar y la cucharadita de sal, seguimos removiendo y comenzamos a presionar un poco con nuestra cuchara de madera o el utensilio que usemos en este momento para machacar un poco los porotos, hasta tener una pasta con el espesor de nuestro gusto, siempre teniendo que en cuenta que lo usaremos como relleno.



Con la pasta lista, la dejamos enfriar y nos ponemos con el dorayaki.

Batimos los huevos en un bol, con el resto del azúcar y la miel.

Normalmente no solemos usar azúcar, pero en este caso queríamos ser fieles dentro de lo posible a la receta original. Si lo preferís, podéis usar cualquier otro edulcorante como la stevia ya que el resultado no variará demasiado en cuanto a aspecto y sabor, pero vuestra salud si lo notará y os lo agradecerá.

Lo mismo ocurre con el agua, ya que la receta original se elabora con agua y no con leche.

Mezclamos el agua y la levadura en un vaso y la añadimos a la mezcla de los huevos, agregando además la harina tamizada. Mezclamos bien y dejamos reposar durante unos 25 minutos.



No sólo se parecen en el aspecto, el procedimiento para elaborar el dorayaki es exactamente igual al de los pancakes. Por lo tanto, usaremos una plancha lisa o sartén con unas gotas de aceite.

Se dice que lo ideal para comenzar a prepararlos es dejar la sartén sobre un fuego al máximo durante 1 minuto y entonces bajarlo al mínimo y comenzar a poner nuestra mezcla sobre la misma.

Nosotros nos limitamos a calentar unos segundos la sartén a casi el mínimo, que es el mismo fuego que usaremos durante todo el proceso, con buenos resultados.

Vertemos 2-3 cucharadas o medio cazo de nuestra mezcla sobre la sartén o plancha y dejamos cocinar hasta que veamos que comienzan a salir burbujas. Entonces le damos la vuelta y cocinamos por el otro lado.

Una vez listas todas las tortas comenzamos a rellenarlas, untando una y colocando otra sobre la pasta de porotos. Y así ya tenemos listos nuestros dorayaki:


viernes, 26 de abril de 2013

Pizza

Ingredientes:

Harina (150gr)
Levadura en polvo (8gr)
Sal
2/3 Taza de agua o leche
1 Cucharada de mantequilla
Espinacas
Cebolla
Choclo
Salsa de tomate
Queso rallado
Orégano


 Lo primero que haremos será preparar la masa.

Para ello, en un bol grande, iremos tamizando la harina y la levadura con ayuda de un colador. Una vez hecho esto añadimos un pellizco de sal y alguna hierba de nuestro gusto (nosotros hemos optado por el orégano, además de una pizca de pimienta molida) y mezclamos.

Elegir entre la leche y el agua es algo completamente personal. En esta ocasión hemos optado por la leche porque con ella logramos una masa más suave, esponjosa y con un sabor más definido.

Vertemos la leche o el agua en el bol y comenzamos a mezclar, añadiendo al mismo tiempo la mantequilla, con ayuda de una cuchara de madera.

Cuando obtengamos una mezcla homogénea, comenzamos a trabajarla con nuestras manos, amasando constantemente y añadiendo pequeñas cantidades de harina si notamos nuestra masa demasiado pegajosa para trabajarla.

Tenemos que hacerlo hasta que no se pegue a nuestras manos ni se formen grietas al estirarla.

Una vez conseguido, formamos una bola con ella y la dejamos reposar durante no menos de 30 minutos cubierta con un paño para que leve.



Ahora comenzamos con el resto de ingredientes de nuestra pizza.

La cebolla no la cocinaremos en absoluto, solo la cortamos en aros y volvemos a cortar los mismos por la mitad para tener medios aros.

El choclo, siempre y cuando sea fresco, lo vamos a cocer durante unos 10-12 minutos en un cazo con abundante agua.

Una vez cocidos, los lavamos y dejamos escurrir un buen rato para deshacernos de todo el agua.

Ponemos las espinacas sobre una sartén a fuego medio con unas gotas de aceite. Apenas vamos a saltearlas durante unos 40 segundos, añadimos un pellizco pequeño de sal y las retiramos una vez veamos que comienza a reducir su volumen.

Para la salsa de tomate, nosotros nos hemos decidido por un poco de tomate triturado con sal, tomillo, orégano y romero.

Listos todos los ingredientes y pasados mínimo 30 minutos, volvemos a nuestra masa.

La vamos a trabajar sobre una superficie plana y enharinada. Amasamos un par de minutos y comenzamos a estirarla con cuidado y con ayuda de un rodillo. Si vemos que al hacerlo vuelven a aparecer grietas, espolvoreamos un poco de harina sobre ella y volvemos a pasar el rodillo por encima, con cuidado de ir dándole la forma que deseemos para nuestra pizza desde el principio, hasta obtener una masa con la forma que deseemos y con alrededor de un centímetro de grosor.

Cerramos los bordes de la masa y continuamos cubriendo la misma.

Comenzamos con una capa de salsa de tomate.



Ahora ponemos la cebolla, espinaca y el choclo.



Terminamos con el queso rallado y un poco más de orégano si así lo deseamos.

Por último, metemos en un horno precalentado a 180º durante 10 minutos o hasta ver el queso gratinado


martes, 23 de abril de 2013

Bolas de arroz fritas o Arancini

Ingredientes:

Arroz (300gr)
Salsa de tomate
Queso parmesano
Pan rallado
Arvejas
2 Huevos


Comenzamos cociendo el arroz en una olla o cazo con agua, sal y un poco de azafrán (completamente opcional). Dependiendo del arroz que usemos necesitaremos más o menos tiempo de cocción , pero siempre rondará los 10-15 minutos.

Para esta receta a veces se recomienda cocer el arroz un par de minutos más de lo necesario, con cuidado de no dejar que se pase, ya que así facilitamos el proceso de armar las bolas de arroz. Sin embargo, es preferible no cocinar el arroz más de lo necesario y usar un poco de pan rallado si hace falta.


Una vez cocido, escurrimos el arroz y lo ponemos en un bol o fuente.

A este le añadimos un huevo, las arvejas, unos 30gr de queso parmesano y perejil o cilantro fresco. Mezclamos bien y probamos para ver si es necesario añadir un poco de sal (no recomendamos añadir sal sin probar antes cuando usamos una cantidad importante de parmesano).



Con nuestra mezcla preparada, cubrimos el bol con film transparente y guardamos en la nevera durante unos 90 minutos aproximadamente.

Pasado este tiempo, comenzamos a formar nuestras bolas de arroz.

Para ello cogeremos una cucharada de nuestra mezcla y la aplastaremos en nuestra mano, presionando en el centro ligeramente para depositar un poco de salsa de tomate (también podemos añadir un poco de queso), cerramos con cuidado y depositamos un poco más de mezcla presionando suavemente con las palmas de nuestras manos hasta formar nuestra primera bola.

En un plato hondo ponemos el pan rallado y en otro batimos el huevo que dejamos reservado anteriormente.

Ahora, con todas las bolas formadas, lo que haremos será rebozar cada una de estas pasándolas primero por huevo y después por pan rallado, hasta dejarlas cubiertas por una capa generosa de pan rallado.



Mientras, ponemos una sartén con abundante aceite a calentar y, una vez esté listo, comenzamos a freír nuestras bolas.

Bastará con unos 2-3 minutos a fuego medio, dándoles la vuelta cada vez que veamos que comienzan a dorarse por un lado.

Una vez fritas, las dejamos reposar sobre papel de cocina y servimos con la salsa de nuestra elección.


domingo, 21 de abril de 2013

Infusión para estimular el metabolismo

Hoy traemos una alternativa a las bebidas con cafeína, incluyendo al té que tanto nos gusta. Abusar de ellas nos puede traer una serie de efectos indeseables como dificultades para absorber el calcio, taquicardias o incluso el opacamiento de la piel. De manera que incluir otro tipo de bebidas, además de necesario, puede ser muy provechoso, como en este caso.

Hemos elegido una infusión de frutas con un pequeño toque herbal, ya que suelen ser de gusto más popular que las hierbas por sí solas. Además, es una excelente forma de aprovechar las pieles y la fruta que nos parezca demasiado seca o ácida para comerla directamente. En este caso usamos fruta fresca, pero perfectamente podríamos usarla deshidratada.

Ingredientes para dos tazas:

Piel de medio limón
Piel de media naranja
1 rodaja de limón
1 rodaja de naranja
1 trozo de jengibre fresco
3 rebanadas de membrillo
3 rebanadas de ciruela
Hojas de salvia
Puede añadirse una cantidad pequeña de cayena u otro pimiento picante para aumentar su efecto

El procedimiento es tan sencillo como ponerlas en una jarra o tetera (nosotros utilizamos una cafetera de émbolo para servirnos de su filtro)  y cubrirlas con agua recién hervida, calculando que sea suficiente para dos tazas. Dejamos reposar tapado por 10 minutos y servimos.

Puedes añadir un endulzante reducido en calorías, como la stevia.
Es una opción para todo el año, pero especialmente para los meses de invierno, ya que además de estimular nuestro metabolismo, nos ayuda prevenir y aliviar los síntomas de la gripe y el resfrío. Bebe toda la que te apetezca, pero distanciándola de las comidas principales.

Recomendamos no superar medio vaso de agua o bebida de nuestra elección en las comidas. Aunque sea una costumbre habitual, tomar líquido durante o inmediatamente después de ingerir alimentos, diluye excesivamente los jugos gástricos, haciendo las digestiones mucho más lentas y difíciles.

¡Pruébala!

sábado, 20 de abril de 2013

Buñuelos dulces

Estamos en plena feria de abril, y no queríamos dejar pasar la oportunidad de subir una receta tradicional de estas fechas: los buñuelos.

Los buñuelos son muy versátiles y se pueden preparar de múltiples formas. En esta ocasión los haremos dulces, ideales para el desayuno o como bocado dulce a cualquier hora del día.

Ingredientes para 30 buñuelos:

250mL Leche
1 1/2 Tazas de harina tamizada
1/2 Cucharadita de levadura
1 Huevo
1 Cucharada de mantequilla o queso cremoso a temperatura ambiente
Ralladura de limón o naranja
Sal
Edulcorante



Comenzamos batiendo el huevo con ayuda de una varilla.

Una vez batido, añadimos la mantequilla y ralladura (también recomendamos el uso de semillas, especialmente la matalahúva) y, poco a poco y removiendo constantemente, la mitad de harina, la levadura y sal.

Veremos como se nos hace muy difícil continuar mezclando la harina con el huevo, así que este es el momento de verter la leche.

Mezclamos bien eliminando posibles grumos y volvemos a agregar el resto de la harina junto con el edulcorante de vuestra opción (nosotros recomendamos el uso de la stevia, de la cual próximamente publicaremos una entrada en la que hablaremos de sus múltiples ventajas y beneficios) sin dejar de remover, hasta obtener una masa homogénea con una textura similar a la de las tortitas.



Ponemos a calentar una sartén amplia con abundante aceite a fuego medio-bajo. Lo hacemos así porque no nos interesa que el aceite se caliente demasiado ya que de esta forma podríamos quemar el exterior de nuestros buñuelos y aun así seguirían completamente crudos en el interior.

Una vez veamos que el fuego está lo suficientemente caliente, comenzamos a verter la masa de los buñuelos en la sartén con ayuda de una cuchara.

Lo ideal es llenar 2/3 de una cuchara sopera o la misma completa, ya que nos será más sencillo darle forma a nuestros buñuelos y a la vez, obviamente, nos quedarán mas pequeños, lo que facilita su preparación.

Apenas bastan unos 20 segundos por cada lado. Cuando veamos que comienzan a dorarse, les damos la vuelta, y una vez cocinados por el otro lado, los llevamos a una fuente o plato con papel de cocina.

Es una receta muy rápida y sencilla. Una vez los retiremos del papel podemos espolvorearlos con azúcar, añadirles alguna mermelada o crema o, como nosotros, un poco de chocolate.


Lasaña vegetariana

Ingredientes:

Pasta de lasaña (4 láminas)
Champiñones
Espinacas
Bechamel
Tomate triturado
Pimiento
Cebolla
Queso



Tenemos la opción de comprar nuestra bechamel en el mercado o elaborarla nosotros mismos. Nosotros recomendamos lo segundo, así que explicaremos brevemente una de las formas de prepararla.

Para esta receta no necesitaremos demasiada, así que la cantidad de los ingredientes que usaremos van a ser bastante reducidos. Usaremos 200mL de leche, una cucharada de mantequilla, una cucharada colmada de harina tamizada, un poco de nuez moscada y un pellizco de sal.

Ponemos dos cazos al fuego al mismo tiempo, uno con la mantequilla a fuego lento y otro con la leche ya que es importante no perder la temperatura de nuestros ingredientes en ningún momento.

Una vez la mantequilla se nos derrita, añadimos la cucharada de harina y dejamos cocer unos minutos.

Cuando veamos que la harina coge algo de color, removemos con ayuda de una cuchara de madera o varilla y mezclamos bien.

Vertemos la leche hirviendo sobre este cazo, apartamos del fuego y comenzamos a remover constantemente hasta hacer desaparecer todos los grumos.

Entonces volvemos al fuego para cocinar la bechamel a fuego medio durante unos 12 minutos y para terminar añadimos la sal y la nuez moscada.

Una vez tenemos lista nuestra bechamel, lo siguiente que haremos será una salsa de tomate.

Para ella usaremos tomate natural triturado, cebolla picada y pimiento picado.

En una sartén caliente añadimos un poco de aceite y comenzamos a sofreír la cebolla y pimiento, removiendo de vez en cuando.

Cuando la cebolla empiece a dorarse añadimos el tomate (una taza en nuestro caso), removemos para mezclar bien, bajamos el fuego y dejamos cocinar durante unos 3-4 minutos, añadiendo sal y pimienta al gusto.

Reservamos junto a la bechamel.

En otro cazo vamos hirviendo nuestra pasta y comenzamos con el resto de rellenos de capas de nuestra lasaña.

Para la de champiñones empezaremos picando los mismos, aunque en realidad podéis prepararlos como os plazca, ya sean laminados o en cubos. Personalmente prefiero cocinarlos brevemente en lugar de introducirlos crudos al horno, ya que de esta manera podemos darle un poco de sabor a nuestro gusto.

Para ello los salteamos durante 1 minuto en una sartén pequeña con unas gotas de aceite y le añadimos un poco de pimienta, sal, perejil y una cucharadita de la salsa bechamel que acabamos de preparar.

La intención es simplemente darle un poco de sabor, así que usaremos un fuego casi mínimo durante el minuto que los cocinamos y reservamos.

Con la espinaca haremos lo mismo, la saltearemos brevemente en una sartén con unas gotas de aceite, hasta que reduzca su tamaño. Entonces añadimos un poco de sal, nuez moscada, una cucharadita de bechamel y piñones, si lo vemos oportuno.

Una vez la pasta esté cocida , ya tenemos todos los ingredientes preparados. Lo siguiente será armar nuestra lasaña.

Para ello cogemos la bandeja del horno, ponemos un poco de aceite sobre la zona en la cual construiremos nuestra lasaña y, si lo deseamos, un poco de la salsa de tomate.

Sobre ella o sobre el aceite colocamos la primera lámina de pasta y la cubrimos con los champiñones. Volvemos a colocar una lámina para cubrir con la espinaca. Colocamos y cubrimos con salsa de tomate y colocamos nuestra ultima lámina de pasta.

La cubrimos primero con un poco de bechamel, una última capa de salsa de tomate, bechamel nuevamente y el queso de nuestra elección en la parte superior de la lasaña. Nosotros hemos usado una mezcla de parmesano con queso de cabra rallado.

Una vez montada, introducimos en un horno precalentado a 190º durante 10 minutos o hasta que veamos que el queso comienza a gratinarse.

Y aquí el resultado:




Pan irlandés

Hoy hemos probado una de las recetas de Nigella Lawson.
Se trata de un pan irlandés completamente recomendable: facilísimo y rápido. ¡No requiere amasar!

Vamos con los ingredientes:

400 gr Harina integral
100 gr Avena tradicional (no instantánea)
300 cc Cerveza negra o malta
150 cc Suero de yogur o yogur natural
3 cucharadas Miel
3 cucharadas Aceite neutro
2 cditas Polvos de hornear o bicarbonato
2 cditas Sal marina




Lo primero que debemos hacer es quitarle el gas a la cerveza (doppelbock, en nuestro caso), removiéndola con una cucharilla y añadiendo la sal de golpe (esto ayudará a que se disuelva si es de grano grueso). Tras esto, unimos los ingredientes secos y los líquidos de manera separada, para luego mezclarlos añadiendo el liquido poco a poco.



Notaremos el aroma característico de la levadura de cerveza, pero su sabor está lejos de parecerse (¡afortunadamente!). Obtendremos una masa no muy regular y bastante pringosa. Te recomendamos tener a la mano un poco de harina extra por si queda excesivamente pegajosa.

Al no llevar levadura, no es necesario dejar reposar para que leve. Simplemente formamos bolas intentando que sean del mismo tamaño, sin prensar demasiado. Puedes humedecerte las manos para hacer este paso más fácil.  Las ponemos en la bandeja de horno ligeramente engrasada y espolvoreamos un poco más de avena por encima.



La receta original ponía que horneásemos 15 minutos a 100ºC, pero hicieron falta 30 a 180, por lo que recomendamos ir comprobando cada cierto tiempo hasta que estén hechos y, al momento de retirarlos, ponerlos en una superficie en la que no transpiren.




El resultado del pan fue un misterio hasta que estuvo horneado, y la verdad es que queda muy apetitoso y contundente. No es dulce, a pesar de la miel, ni es salado, a pesar de la sal. Huele y sabe a cerveza.

¿Por qué preparar este pan? 

Sabemos lo nutritivo y beneficioso que es el pan integral, y cocinarlo nosotros mismos es altamente gratificante. Lo que debemos tener en cuenta es que es imposible utilizar sólo harina integral porque no liga. En el que compramos suele estar presente sólo en un 30%, y el resto es harina blanca. La avena permite aumentar esta cantidad, ya que frente a la humedad, adquiere una consistencia mucho más viscosa.

Existen muchas harinas integrales, incluso puedes enriquecerlas con diferentes suplementos como el germen de trigo, las semillas de linaza o los frutos secos. Te animamos a probar y a integrar cosas tan ricas como saludables a tu dieta.

¡Hasta la próxima entrada!

domingo, 14 de abril de 2013

Receta rápida: ensalada ligera de porotos

Ingredientes:

100gr Porotos
Choclo
Cebolla
Pimiento verde
Tomate
Perejil
Albahaca

1- Lavamos los porotos con agua fría, que han estando en remojo durante toda la noche, y los ponemos a cocer en una olla con agua suficiente como para cubrirlos por un dedo durante unos 12 minutos o hasta que estén lo suficientemente blandos sin perder su firmeza. Hay que decir que el tiempo de cocción, además de las cantidades, también depende de la variedad que usemos, por lo que para esta receta lo ideal es buscar una variedad que se cocine rápidamente (porotos blancos).
2- Una vez cocidos, los retiramos de la olla y escurrimos, hasta ponerlos en un bol y añadirle un par de pellizcos de sal y pimienta y los dejamos enfriar.
3- Mientras se enfrían, vamos picando la cebolla el pimiento y el tomate. Es recomendable jugar a usar distintas variedades, como la cebolla morada o el pimiento amarillo, hasta encontrar la combinación que mas nos guste.
4- Lo añadimos todo al bol, junto con un poco de perejil fresco muy picado y albahaca y removemos.
5- Añadimos un poco de aceite y el vinagre de nuestro gusto si lo creemos oportuno y volvemos a remover.
6- Probamos y, si es necesario, añadimos sal de nuevo.

Y ya está lista nuestra ensalada de porotos!


Si las legumbres te resultan pesadas o difíciles de digerir, te recomendamos tomar un yogur de postre ya que ayudará a la digestión.

sábado, 13 de abril de 2013

Mini cruasanes

Ingredientes para 16 mini cruasanes:

3 1/2 Tazas de harina tamizada
1/2 Cucharada de levadura
1 Huevo
1/2 Taza de leche
1/3 Taza de agua
1 Cucharada de mantequilla
Edulcorante
Sal




Para empezar, debemos poner la leche, la mantequilla y el edulcorante de nuestra elección en un cazo a fuego medio, removiendo constantemente con una cuchara de madera o varilla hasta derretir la mantequilla por completo.

Ahora añadiremos la levadura a esta mezcla que acabamos de obtener.

Si la añadiésemos sin más estando caliente, eliminaríamos por completo el efecto de la levadura. Por lo tanto, ahora enfriaremos la mezcla.

Para ello añadiremos media taza de harina, el huevo y un pellizco de sal. Removemos ligeramente y reservamos unos minutos.

Mientras tanto, a nuestra agua templada le añadimos la levadura y un poco de edulcorante (3 tabletas de stevia en mi caso). Mezclamos bien hasta diluir la levadura y el edulcorante.

Vertemos el agua en un bol y, gradualmente, vamos añadiendo el resto de la harina, removiendo constantemente con una cuchara para mezclar bien. Una vez hayamos añadido toda la harina, volvemos al cazo que usamos al principio, echamos su contenido al bol y volvemos a mezclar ahora todos los ingredientes juntos.

Iremos obteniendo una mezcla densa y, quizás, algo pegajosa.

Desde ahora deberemos trabajar nuestra masa con las manos, añadiendo un poco más de harina si lo consideramos necesario.

Una vez tengamos los ingredientes perfectamente mezclados y la mezcla no se pegue a nuestras manos, cubrimos el bol, o donde tengamos nuestra masa, con papel transparente o un paño y reservamos durante una media hora para dejar que crezca.



Pasada media hora, comenzamos a trabajar de nuevo la masa sobre una superficie plana y enharinada.

Debemos dividir esta en dos, formando dos bolas que estiraremos con ayuda de un rodillo o vaso de tubo hasta obtener una masa circular.

Si tenéis dificultades para ello, podéis estirarla y cortarla con ayuda de un molde redondo.

Una vez tengamos una masa circular, debemos cortarla en 8 con ayuda de un cuchillo o cortador de pizza.

Si queréis añadir algún relleno, es el momento de hacerlo. Nosotros hemos optado por una capa de mantequilla de maní y chocolate, pero hay muchas opciones con las que igualmente obtendremos un buen relleno.



Enrollamos nuestros cruasanes partiendo de la parte ancha y los ponemos sobre una bandeja de horno cubierta ligeramente de mantequilla.

Introducimos en un horno precalentado a 180º y dejamos durante unos 10 minutos o hasta que estén dorados.

Mientras están calientes podemos untar un poco de mantequilla sobre su superficie, así logramos un glaseado rico y brillante.


viernes, 12 de abril de 2013

Tarta de arándanos reducida en calorías

¡Hola!

Hoy traemos esta tarta ideal para mimarnos sin excedernos. Está claro que si queremos cuidar nuestra alimentación, las calorías no son lo único que interesa. Dejar el azúcar y las grasas saturadas no tiene que ver exclusivamente con lo estético, y tampoco podemos reemplazarlas por cualquier producto lleno químicos que podrían acarrearnos más males que beneficios. Pensando en ello hemos ideado esta tarta, recomendable incluso para diabéticos. Vamos con los ingredientes:

 Para la masa utilizamos:

1 1/2 taza de harina
1/2 cucharadita de polvos de hornear
3 cucharadas de mantequilla baja en grasa
1 huevo

La mantequilla debe estar en punto pomada, es decir, blanda pero no diluida


Unimos todos los ingredientes y añadimos una cantidad moderada del endulzante que escojamos. En nuestro caso, utilizamos estevia líquida. Mezclamos con las manos hasta conseguir una masa lisa y manejable.

Recomendamos tener a mano harina extra y un vaso de agua tibia, por si necesitamos agregar alguno para conseguir la masa.



Para llevarla al horno podemos extenderla con un rodillo y ponerla en el molde, o simplemente disponer trozos de masa y acomodarlos con los dedos hasta cubrir todo el fondo.




Cuando hemos cubierto todo el fondo y parte de los laterales, perforamos con un tenedor para que la masa no crezca.




Llevamos la masa a hornear a 180º C por 15 minutos. Mientras tanto, preparamos la cubierta. Para ella fueron necesarias:

3 cucharadas de azúcar light
3 cucharadas de harina
2 cucharadas de mantequilla baja en grasa



Juntamos los ingredientes en un plato y apretamos con los dedos formando migas hasta que que esté todo integrado. Recuerda que puedes encontrar muchas variedades de azúcar light, desde sucralosa granulada hasta azúcar mezclada al 50% con estevia. Pueden parecerte caras, pero rinden mucho más que el azúcar regular.



Cuando esté lista la base, la rellenamos. Hemos optado por una capa de crema pastelera para dar más untuosidad al relleno. Utilizamos la receta de este enlace, cambiando la leche entera por leche desnatada, el azúcar por estevia líquida, la fécula por 3 cucharadas soperas de harina y en lugar de 4 yemas, utilizamos sólo un huevo entero bien batido para romper cualquier membrana de la clara.

Una vez extendida la crema pastelera, le dimos una capa ligera de mermelada de mora sin azúcar. En el comercio existen muchas variedades, pero te recomendamos las que sólo tienen el dulzor natural de la fruta o las que haces en tu propia casa.



Finalmente, cubrimos con una capa generosa de arándanos y con las migas que hicimos antes. El arándano, además de estar muy rico y aportar pocas calorías, tiene la ventaja de ayudarnos a mejorar la sensibilidad a la insulina y a disminuir los niveles de azúcar en la sangre.
Llevamos 15 minutos más al horno, esta vez a 200ºC y con el fuego sólo por arriba. Tras ese tiempo habremos conseguido algo así:



Recomendamos cortar sólo cuando esté completamente fría para que no se desmorone.
Puedes utilizar las frutas que más te gusten, mezclarlas y disfrutar sin culpas.

Esperamos que te haya gustado
¡Hasta la próxima entrada!

jueves, 11 de abril de 2013

Batido energizante para el desayuno

¡Hola! 
Hoy queremos hablarte sobre los batidos o smoothies. Son una alternativa muy rica y saludable para el desayuno: se hacen en 2 minutos y concentran en un solo preparado los elementos que requerimos para comenzar bien el día. 

La versión que te presentamos, tiene algunos extras que te darán energía y ayudarán a optimizar las funciones de tu organismo. 

Estos son los ingredientes que escogimos:  

Frutas: En este caso hemos utilizado la piña y la fresa, ambas altamente desintoxicantes, por lo que es muy recomendable tomarlas por la mañana. En conjunto nos aportan vitamina C, E y fibra y antioxidantes, además de ayudarnos a prevenir la hipertensión y a controlar el colesterol. 

Té verde: Es un potente antioxidante y diurético. Nos da una dosis de cafeína ideal para estimular nuestro cerebro cuando recién despertamos. Puedes reemplazarlo por otra variedad de té, leche desnatada o agua si lo prefieres. 

Yogur natural: Ayuda a mantener la salud de nuestro tracto digestivo, potencia nuestro sistema inmune y es mucho más fácil de asimilar que la mayoría de los lácteos. Recomendamos el uso del yogur natural, para evitar colorantes y edulcorantes cancerígenos presentes en algunos productos envasados.

Jengibre: Tiene muchísimas propiedades, de las que hoy destacaremos que funciona como barrera frente a las enfermedades infecciosas y es un antinflamatorio natural, por lo que si despertaste algo contracturado, te sentará genial. En el mercado lo encontrarás en polvo, pero siempre será mejor utilizarlo fresco. Comienza por añadir una parte pequeña de la raíz pelada hasta que te acostumbres a su sabor cítrico y un poco picante.

Aloe vera: Es un gran tónico que funciona en todos los niveles: gástrico, inmunológico, dérmico, etc. La precaución que debes tener es añadir sólo el gel, ya que la piel resulta tóxica. Es ideal que te hagas con una planta, son muy fáciles de mantener y muy prolíficas. Utiliza hojas de más de 25 cms de largo, porque mientras más antiguas, más beneficios nos aportan. 

Chía: Categorizada como un superalimento, aporta desde calcio hasta el omega3. De manera que al incorporarla a nuestra dieta, prevenimos enfermedades cardiovasculares, óseas, deterioro de las funciones mentales, etc. De sabor neutro y textura crujiente por fuera y gelatinosa por dentro, es de uso completamente recomendable. Si te resulta demasiado costosa, puedes probar con las semillas de linaza. 



La preparación es tan sencilla como licuar todos los ingredientes añadiendo el endulzante de tu  elección. Acompáñalo con una tostada o una galleta integral, una cantidad moderada de frutos secos y ya está.

La pera es ideal para llevar en el bolso y tomarla a media mañana

Las combinaciones son infinitas y dependerán de las frutas que proporciona cada estación, tus gustos y requerimientos nutricionales. También podrías añadir vegetales que no arruinen el sabor de las frutas, como el pepino, la palta y la espinaca.

Te dejamos algunas ideas más en este cuadro ¡Anímate a probar! 


miércoles, 10 de abril de 2013

Calzone con crema de parmesano

Ingredientes:

2 1/2 Tazas de harina tamizada
10gr Levadura
1 Taza de leche templada
Espinacas
Champiñones
Cebolla
Ajo
20g Queso parmesano
150mL Leche



Hoy en día, en el mercado existen masas preparadas para preparar cualquier plato, pero aun así, lo más recomendable siempre será prepararla nosotros mismos.

Una de las ventajas al preparar nuestra propia masa, es que podemos personalizarla a nuestro gusto, tanto en textura como aroma y sabor. Personalmente prefiero usar leche en lugar de agua, principalmente por la suavidad que aporta a nuestra masa. Así que para preparar esta masa, vertemos una taza de leche templada en un bol en el que previamente hemos echado las 2 tazas y media de harina y la levadura.

Además de esto, añadimos un poco de perejil, pimienta y una cucharada de mantequilla para darle un poco más de sabor. Hecho esto, comenzamos a mezclarlo todo con nuestras manos, hasta formar una bola con la masa que amasaremos alrededor de 10 minutos, añadiendo un poco más de harina si vemos que la masa queda algo pegajosa y nos dificulta a la hora de trabajarla.

Después de varios minutos, ha de quedarnos algo así:



La tapamos con un paño y dejamos reposar mínimo durante unos 30 minutos.

El siguiente paso será una crema de parmesano. Por lo general, tanto en mis pizzas como calzones, suelo limitarme a poner queso rallado o en lonchas, pero en esta ocasión he preferido optar por elaborar una crema de queso parmesano que añadiremos al relleno de nuestro calzone.

Para la crema sólo necesitamos 150mL de leche y todo el queso parmesano. Pero, adicionalmente, podemos añadir un poco de nata líquida, una cucharadita de mantequilla, orégano fresco...las posibilidades siempre serán muchísimas, sólo tenemos que buscar buenas combinaciones.

En primer lugar vertemos la leche en un cazo a fuego medio. Sin dejar que llegue a hervir completamente, añadimos el queso parmesano rallado y comenzamos a remover constantemente con una varilla, añadiendo al mismo tiempo los ingredientes adicionales que creamos oportunos, en mi caso, un poco de pimienta negra molida, mantequilla y perejil fresco.

El queso parmesano ya es bastante salado, por lo que añadir sal, además de ser innecesario, podría estropear por completo nuestra crema.

Seguimos removiendo hasta que esté lo suficientemente espesa y reservamos.



La base de nuestro calzone consiste en una salsa de tomate con cebolla picada, tomillo, romero y un poco de sal. Podemos usar cualquier salsa que nos parezca bien. En otras ocasiones he elaborado una salsa barbacoa, pero hoy he preferido esta salsa de tomate.

Siguiendo con el relleno, lo siguiente que debemos preparar son los champiñones.

Personalmente, prefiero saltearlos brevemente. La masa de nuestro calzone va a ser ligera, por lo que el tiempo de horneado será bastante reducido. Así que lo mejor es cocinar previamente ingredientes como los champiñones.

Para ello usaremos una sartén con unas gotas de aceite que dejaremos calentar mientras laminamos nuestros champiñones y la cebolla, además de pelar y cortar un diente de ajo por la mitad.

Una vez esté bien caliente, echamos todo a la sartén, añadimos pimienta y perejil y meclamos constantemente con una pala de madera, sólo durante unos 20 segundos. Bajamos el fuego casi al mínimo, añadimos sal (de hacerlo antes los champiñones no la absorberían como en este momento) y un poco de leche y seguimos removiendo un par de minutos.



La espinaca, siendo fresca, no necesita ser cocinada previamente, por lo que podemos comenzar a terminar de preparar nuestra masa.

Para ello haremos uso de un rodillo o, en caso de no contar con este, un vaso de tubo con el que deberemos tener cuidado de no presionar con excesiva fuerza.

Sobre una superficie plana, enharinada o con un poco de aceite para evitar que se nos pegue, comenzamos a estirar nuestra masa hasta obtener el grosor deseado. Lo ideal es estirar con la idea de obtener una especie de rectángulo que nos facilitará el armar nuestro calzone.

Una vez tengamos la masa bien estirada y formada, la pondremos con cuidado sobre la bandeja del horno, cubierto con papel de hornear, y procederemos a rellenarlo.

Si os resulta mas fácil, podéis rellenarlo y cerrarlo como si de una empanadilla se tratase. Yo, por mi parte, he depositado el relleno en el centro (base de tomate, champiñones, espinaca, crema de parmesano) y he realizado cortes en los laterales de mi masa para entrelazar las tiras de la misma mientras la cerraba.



Una vez cerrado, esta listo para introducir en un horno precalentado a 180º. Necesitará alrededor de unos 8 minutos a dicha temperatura para cocinarse por completo. Si lo deseáis, en mitad del proceso podemos retirar brevemente nuestro calzone y, con ayuda de una brocha o pincel, pintar su superficie con huevo o mantequilla.

Pasados unos 8 minutos, el resultado será algo así:


¡Hasta la próxima entrada!

martes, 9 de abril de 2013

Crema de zapallo

¡Hola!
Hoy traemos una receta muy fácil y rica. Además es muy versátil, porque donde decimos zapallo, podríamos decir brócoli, coliflor, espinacas, espárragos, etc., y el procedimiento vendría a ser más o menos el mismo. 

Vamos con los ingredientes: 

100 gr de zapallo por persona
1/2 vaso de leche por persona
1/4 de cebolla picada por persona
1 champiñón laminado por persona
1 aceituna por persona



Si compras más zapallo de la cuenta y no quieres perderlo, puedes lavarlo y congelarlo en una bolsa hermética como hicimos nosotros.

Ponemos el zapallo troceado en una olla y lo cubrimos a penas con agua para ponerlo a hervir por aproximadamente 15 minutos. La forma de comprobar si ya está listo, es pincharlo con un tenedor. Debe estar lo suficientemente blando como si fuésemos a utilizarlo para un puré.

Para acelerar la cocción, puedes añadir agua caliente en lugar de agua fría

Mientras tanto, salteamos la cebolla en un chorrito de aceite de oliva. No buscamos freírla, así que con 2 ó 3 minutos removiendo de vez en cuando para que no se queme, será suficiente. Luego la añadimos a la olla con zapallo para que terminen de cocinarse juntos y se impregnen los sabores. Es el momento también de sazonar con especias a gusto. Recomendamos la pimienta, el merkén, la cúrcuma (que acentuará de forma natural el color del zapallo) y, en especial, las semillas de eneldo.

Da igual la forma en que la cortemos, pero un corte más fino hará que se dore mucho más rápido.
Apagamos el fuego y agregamos la leche a temperatura ambiente. Trituramos bien con una minipimer, cuidando que toque el fondo de la olla para no salpicar y quemarnos. También podríamos hacerlo con una licuadora o pasándola por un colador hasta obtener una crema suave.

Sólo en este punto añadimos la sal, porque la cantidad de ingredientes dejará de variar. Es importante no pasarse con ella. Al ser el zapallo un poco dulzón, tendemos a ponerle más de la cuenta, pero lo ideal es que pueda expresar su sabor y de paso cuidarnos un poquito.

En la misma sartén donde preparamos la cebolla, ponemos a dorar los champiñones por lado y lado, añadiendo unos granitos de sal marina. A fuego alto, 30 segundos por lado será suficiente.
Al apagar el fuego, añadimos a la sartén las aceitunas cortadas en cuadritos para que tomen algo de calor.

Servimos en una taza, ponemos los champiñones y las aceitunas por encima y ya hemos terminado. 


¡Prúebala, es ideal para estos días!