domingo, 25 de agosto de 2013

Croquetas de patata y queso

A pesar de ser ricas, las croquetas a menudo también son un plato tedioso y prohibido en nuestra dieta por ingredientes considerados básicos como el jamón. Hoy os traemos una receta rápida, sencilla y apta para la dieta vegetariana.

Ingredientes:

3 Patatas grandes
3 Huevos medianos
Pan rallado
Queso
Leche



La patata es el ingrediente principal de esta plato, así que comenzamos cociéndolas hasta el punto en el cual podamos hacer puré con ellas fácilmente. Para agilizar este paso podemos pelar y trocear cada patata, así disminuimos el tiempo necesario de cocción a unos 10-12 minutos.

Una vez cocidas, las escurrimos y pasamos a un bol para machacarlas con ayuda de un tenedor. Con las patatas machacadas, añadimos dos huevos y mezclamos. Vamos al siguiente paso.

Por lo general, en este tipo de recetas se suele añadir el queso directamente al bol, pero nosotros haremos algo diferente.

En un cazo pequeño ponemos a calentar un vaso de leche, a fuego medio-bajo, sin dejar que llegue a hervir en ningún momento.

Cuando la leche tome temperatura, comenzamos a añadir el queso, removiendo con una varilla constantemente. En la foto de ingredientes no aparece, pero ademas del queso rallado hemos usado queso gouda en lonchas. Basta con partirlo en trozos con nuestras manos e ir añadiendo a la leche junto con el queso rallado. No diremos una cantidad en concreto, simplemente hay que añadir y remover hasta que obtengamos una crema de queso que ofrezca bastante resistencia a nuestra varilla.



Con la crema lista, volvemos al bol y la vertemos para mezclar junto con el puré de patatas.

Probamos y añadimos sal al gusto. Ademas, nosotros hemos añadido un poco de albahaca, que dará un toque de sabor y aroma al plato.

Si hemos hecho una crema de queso lo suficientemente espesa, no deberemos necesitar nada más. Pero si vemos que nuestra mezcla para la croquetas no tiene la consistencia suficiente podemos añadir un poco de harina, de maíz a ser posible, ya que la de trigo podría ocultar un poco el sabor de la misma.



Es el momento de usar el tercer huevo y el pan rallado.

Rompemos el mismo sobre un plato y batimos ligeramente.

Para este paso podemos usar una cuchara o trabajar con las manos. Para mi es más fácil lo segundo, así que recomiendo que lo hagáis así.

Cogemos un poco de mezcla entre nuestros dedos y comenzamos a darle forma de croqueta, de forma que nos quede una de unos 5 centímetros. Pasamos por el huevo, dejando que se bañe por completo, y añadimos una capa de pan rallado pasándola por el mismo. Volvemos a darle un poco la forma que habrá perdido durante este proceso y reservamos.

Hecho esto, sólo tenemos que llevar nuestras croquetas a una sartén con aceite caliente y comenzar a freírlas. Bastará con un par de minutos por cada lado, hasta que empiecen a tomar un tono dorado.

Reservamos sobre papel de cocina durante unos minutos y ya tendremos listas para servir unas croquetas diferentes e igualmente cremosas que seguro no defraudarán a nadie.


Desde aquí os animamos a probar con otros ingredientes de vuestro gusto como la espinaca, seitán o champiñones ya que es un plato que puede llegar a ser muy flexible. Todo depende de nuestra creatividad!

martes, 23 de julio de 2013

Salchichas vegetarianas

La salchicha es uno de los alimentos más comunes y preferidos por los más pequeños así como una forma rápida y rica de cocinar. Hoy os traemos nuestra versión, en la que usamos únicamente verduras para crear la versión vegetariana de esta plato.

Ingredientes:

50gr Arvejas
50gr Porotos verdes
2 Tomates
3 Zanahorias pequeñas
2 Cebollas pequeñas
1 Pimiento verde
3 Pimientos verdes picantes
3 Huevos



Comenzamos picando todas las verduras lo más pequeño posible. Los porotos, si son pequeños, podemos dejarlos enteros o simplemente cortarlos por la mitad.

Del tomate solo usaremos la piel, por lo que la retiraremos con cuidado con ayuda de un cuchillo y reservaremos el interior para elaborar alguna otra receta.

Con todo picado, comenzamos a saltear todos los ingredientes con un poco de aceite. Comenzamos sólamente con la cebolla, para ir incorporando poco a poco la zanahoria y los pimientos en primer lugar, las verduras verdes y justo al final la piel de los tomates.

Añadimos sal y pimienta y dejamos enfriar.

En un bol batimos los tres huevos con ayuda de una varilla, y una vez esté bien batido los mezclamos con las verduras que acabamos de saltear.



Ahora viene el punto más difícil de esta receta. Para armar las salchichas hemos usado papel transparente (debemos tener cuidado y usar un papel resistente a altas temperaturas), el cartón de un rollo de papel de cocina, un embudo e hilo grueso.

Tenemos que envolver el cartón con varias capas de papel transparente, mínimo cuatro, dejando unos 3 centímetros de papel sobresaliendo del cartón. Estos 3 centímetros los cerraremos como si del papel de un caramelo se tratara, girándolo con nuestros dedos, y atándolo con el hilo grueso para evitar que vuelva a abrirse.

Una vez hecho, lo retiramos con cuidado del cartón y veremos como obtenemos un cilindro estable listo para rellenar.

Lo haremos con ayuda de un embudo, dejando entre 3 y 5 centímetros de margen al final para cerrar este extremo de la misma manera que hemos hecho con el otro.

Repetimos este proceso hasta agotar nuestra mezcla y ponemos a cocer todas las salchichas en una olla con bastante agua durante unos 15 minutos.



Pasado este tiempo ya tendremos listas nuestras salchichas para disfrutar de un plato rico y saludable:


Bolitas de coco o Cocadas

Receta rápida:
(para 3 personas) 

4 claras de huevo
100 gramos de coco rallado
30 gramos de azúcar o su equivalente en sucralosa/stevia

Montar las claras a punto de nieve e incorporar el azúcar y el coco en movimientos envolventes evitando que la preparación pierda aire. 

Formar bolitas de tamaños regulares en la bandeja del horno previamente engrasada con un poco de aceite neutro.

Hornear a 180ºC por 15 minutos o hasta que consigan el dorado deseado. 

Servir una vez estén completamente frías. 

Opcional: bañar en chocolate fundido. 


lunes, 22 de julio de 2013

Preparación de las aceitunas aliñás

Con cada recogida tenemos diversas opciones de preparación y conservación de las aceitunas. Este año hemos decidido reservar algunas para probar aliñándolas. Es una de las formas más artesanales y de resultado más sabroso. Aquí les contamos:

Lo primero fue tomar un tarro de cristal y llenar 3/4 de su capacidad con aceitunas, para saber la cantidad que debíamos deshuesar. Lo siguiente después de lavarlas, fue machacarlas una a una con un mazo. Puedes dejar el hueso, pero sale tan fácilmente que preferimos retirarlo.

Intenta ser suave. Si le das muy fuerte, la oliva se romperá por completo o se convertirá en papilla.
Las devolvemos al tarro de cristal y rellenamos hasta el borde con una salmuera compuesta por 1 parte de sal por cada 8 de agua. Tapamos y al día siguiente renovamos la salmuera. Repite el proceso durante 7 ó 9 días.

Nosotros utilizamos un frasco para conservas. Si utilizas un recipiente de plástico, procura que sea apto para alimentos. Mira este ENLACE.
Pasados los 7 ó 9 días, habrán perdido gran parte de su amargor y están listas para aliñarse (prueba una para comprobarlo). Prepara una salmuera igual a la de los días anteriores, pero reemplaza 1/4 de ella por vinagre blanco, y añade diferentes hierbas y especias que le den sabor. Sella con medio dedo de aceite de oliva el borde del recipiente para evitar la proliferación de bacterias y hongos. Ciérralo, deja macerar al menos una semana y estarán listas para consumir.

Las condimentamos con ajo, orégano y pimienta negra, pero puedes utilizar lo que más te guste.
La duración de esta conserva es de aproximadamente 3 meses, por eso, es recomendable hacer una cantidad moderada que puedas consumir en ese tiempo.

Desconocemos el nombre de la variedad de aceituna que crece en nuestro jardín, pero como pueden apreciar, pasaron de color negro a verde pardo, lo que es completamente normal.

Si no tienes olivos, hay lugares donde puedes comprarlas en bruto y, por supuesto, también puedes aliñar las que encuentras ya preparadas. De sabor intenso, pueden darle un toque muy especial a tus platos y aperitivos. ¡Prueba a hacer las tuyas!

domingo, 7 de julio de 2013

Arroz con leche sin azúcar

El arroz con leche es un postre que casi todo el mundo conoce. Rico, muy sencillo de hacer e ideal para sacarnos de cualquier apuro. Hoy os traemos una versión mucho más saludable en la que omitimos el uso de azúcar.

Ingredientes:

400gr Arroz
800ml Leche
Ralladura de limón
Canela
Stevia



Comenzamos añadiendo un vaso de agua a una olla para llevarla a ebullición. Cuando comience a hervir añadimos el arroz y removemos constantemente con una cuchara de madera para que vaya soltando el almidón. Bajamos el fuego a un nivel medio y seguimos removiendo hasta que absorba el agua por completo.

Es el momento de añadir la leche.

La añadiremos poco a poco, para no detener el hervor, sin dejar de remover en ningún momento, con la cuchara pegada a la olla para evitar que se pegue nuestro arroz.

A los 15 minutos añadimos la ralladura de limón, con cuidado de no cortar la parte blanca ya que dará un toque amargo a nuestro plato, una rama de canela y stevia a nuestro gusto.

Una vez hayamos añadido toda la leche, seguimos removiendo durante unos 15 minutos más.

Pasado este tiempo retiramos la olla, vertemos su contenido sobre el recipiente y refrigeramos durante al menos dos horas.

Con esto ya tenemos listo nuestra versión del arroz con leche:


miércoles, 19 de junio de 2013

Tarta de queso japonesa

Ingredientes:

300gr Queso cremoso
40gr Mantequilla
3 Huevos
60gr Azúcar
10gr Harina de choclo
160ml Leche



Comenzamos poniendo todo el queso cremoso al baño María, para que así podamos manipularlo más fácilmente. Mientras, en un bol grande, ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y vamos aplastándola un poco con ayuda de una cuchara.

Una vez el queso cremoso se haya ablandado, lo añadimos a la mantequilla y mezclamos bien, hasta obtener una mezcla totalmente homogénea.

En otro bol, mezclamos las yemas de los 3 huevos con 20gr de azúcar, y una vez mezclado, añadimos la harina tamizada, volviendo a mezclarlo todo hasta obtener una mezcla con una textura algo pastosa.

En un cazo pequeño, calentamos la leche sin dejar que llegue a hervir, y añadimos a la mezcla que acabamos de obtener.

Una vez volvamos a mezclarlo todo nos quedará una especie de crema bastante líquida.

Ahora vertemos esta crema sobre la mantequilla y queso cremoso del principio y mezclamos un poco.

Reservamos y comenzamos a batir las 3 claras, añadiendo los 40gr de azúcar que nos quedan gradualmente, hasta tenerlas al punto de nieve.

Obtendremos un merengue que debemos incorporar a la mezcla para nuestra tarta. Comenzamos añadiendo 1/4 del merengue y removemos con movimientos suaves y envolventes. Añadimos el resto del merengue y volvemos a remover hasta mezclarlo todo completamente.

Cogemos un molde desmontable, lo cubrimos con papel vegetal y vertemos la mezcla sobre el, para entonces introducirlo en un horno previamente precalentado a 180º, en una posición media-baja.



Cocinaremos a dicha temperatura durante unos 15 minutos, para después bajarla a 150-160º y seguir cocinando durante 25 minutos más , hasta que la tarta comience a tomar un tono dorado.

Pasado este tiempo, apagamos el horno y dejamos reposar la tarta en su interior durante unos 40 minutos.

Ahora nuestra tarta ya está lista para servir, aunque recomendamos servirla al día siguiente:


domingo, 2 de junio de 2013

Berlinesas

Ingredientes:

3 Tazas de harina tamizada
10gr Levadura en polvo
6 Cucharadas de azúcar
1 Cucharadita de sal
2/3 Taza de leche
2 Huevos
5 Cucharadas de mantequilla


Comenzamos mezclando todos los ingredientes secos en un bol.

Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y mezclamos con nuestros dedos hasta obtener una pasta homogénea. Una vez mezclado, hacemos un pequeño hueco en el centro de nuestra mezcla, batimos ligeramente los huevos y los añadimos junto con la leche.

Tenemos que mezclar hasta obtener una masa sin grumos, añadiendo un poco más de harina si vemos que nos queda pegajosa.

Cuando tengamos una textura adecuada, comenzamos a amasarla durante unos 8 minutos aproximadamente.

Una vez amasada, formamos un bola con ella, la cubrimos con un paño y la dejamos reposar durante no menos de 40 minutos.



Pasado este tiempo, enharinamos una superficie limpia y seca y comenzamos a estirar nuestra masa sobre ella. Cuando la estiremos, debemos cortarla en tres trozos para volver a estirar cada uno de estos hasta obtener el grosor deseado. Lo ideal es algo cercano al medio centímetro.


Con ayuda de un vaso ancho comenzamos a cortar la masa, repitiendo el proceso de estiramiento hasta que agotemos la masa por completo.



Obtendremos algo así:



Para rellenarlos tenemos dos opciones; añadirles el relleno de nuestra elección (nosotros hemos optado por una crema pastelera y chocolate) antes de cerrar la masa o una vez cocinadas añadirlo con ayuda de una manga pastelera.

Sea cual sea la opción elegida, cerramos la masa con cuidado de no dejar grieta alguna, formando una bola lo más perfecta posible. Para ello podemos usar un solo trozo de masa o envolver uno ya cerrado con otro, así conseguiremos una berlinesa de mayor tamaño, pero al mismo tiempo corremos el riesgo de que nos quede algo cruda.

Una vez formadas las bolas, cubrimos con un paño y volvemos a dejar reposar durante unos 40 minutos.

Pasado este tiempo, comenzamos a freírlas a fuego medio hasta que comiencen a dorarse, lo que nos llevará unos 2-3 minutos. Las dejamos sobre papel absorbente unos minutos y ya están listas para servir:



viernes, 24 de mayo de 2013

Bizcocho de coco y trucos para un bizcocho perfecto.

El bizcocho es una de las preparaciones más básicas de la repostería. Existen tantas recetas como pasteleros, lo que puede desorientar más que ayudar a quienes están comenzando o aún no dan con su fórmula personal. En esta entrada intentaremos darte algunos trucos para mejorar los resultados y evitar la frustración que supone un bizcocho chafado, apelmazado o crudo en el centro.

Paso 1. Montar las claras a punto de nieve (4 claras)
En un bol suficientemente grande para contener la mezcla, bate las claras hasta que se sostengan en la varilla. Las burbujas de aire que se añade a las claras, darán como resultado un bizcocho más esponjoso.



Paso 2. No prescindir completamente del azúcar (4 cucharadas)
Si bien, siempre que podemos, optamos por reemplazar el azúcar por endulzantes libres de calorías o miel, el azúcar juega un rol importante en la emulsión de la masa, e incluso en la activación de algunos tipos de levaduras. Eso sí, evita el azúcar refinada y no pongas más de la cuenta. En nuestro caso, agregamos una parte de azúcar rubia disuelta en las 4 yemas de huevo que teníamos separadas y, al final, añadimos stevia hasta conseguir suficiente dulzor.



Paso 3. ¿Qué grasa utilizar? (1 medida de aceite neutro)
Lo más común es utilizar mantequilla, pero nosotros optamos por aceite de girasol, que hará la masa más ligera. Pusimos la misma cantidad que de la mezcla de azúcar y yemas.
El aceite de canola (colza o raps) también es una excelente opción, especialmente porque el cuerpo lo elimina con mayor facilidad. Si bien, en ambos casos debemos tener cuidado y fijarnos en las etiquetas, el segundo es uno de los productos más manipulados genéticamante a nivel mundial, de manera que debemos poner especial atención.

Paso 4. Aromatizar y añadir leche (1 medida de coco rallado, esencia y 1 vaso de leche desnatada)
Ralladura de piel de limón o naranja (evitando la parte blanca que tiende a amargar las preparaciones), semillas de anís, vainilla, licores o la esencia que más te guste. Esto, además darle un toque muy especial y agradable a los bizcochos, evitará que huelan a huevo. Como el nuestro es de coco, utilizamos 1 medida de coco rallado y dos cucharadas de esencia para acentuar el aroma.
La leche desnatada que añadimos tiene como objetivo darle suavidad y volumen a la masa.




Paso 5. Incorporar con movimientos envolventes
Al momento de mezclar los ingredientes, hazlo con suavidad intentando que las claras que montaste al comienzo, pierdan la menor consistencia posible y la masa siempre nos parezca espumosa.

Paso 6. Tamizar el harina y los polvos de hornear
Evita las harinas con polvos de hornear añadidos: no sabes si serán suficientes o si son los adecuados para un bizcocho.
Cuando vayas a añadirla, ayúdate con un colador o un tamiz. Además evitar que pasen grumos a nuestra masa, la airearemos ligeramente con este simple paso. Tamiza también los polvos de hornear.




Paso 7. Utilizar la cantidad suficiente de harina
Es muy difícil determinar a priori cuánta harina se necesita ya sea para un bizcocho u otra preparación, incluso tomando la receta de un libro. Esto, debido a que los vasos, las tazas, las cucharas, los huevos y demás que tenemos en una y otra casa, difieren entre sí. Incluso si midiésemos en básculas y jarras milimetradas, la temperatura a la que estemos, seguiría haciendo que cualquier medida dada en números sea imprecisa. Por eso, te recomendamos añadir harina hasta dar con la textura que buscas, es decir, ni muy floja ni muy pesada. Que cueste un poco batirla, pero que se deje.



Paso 8. Hornear adecuadamente
a) Molde: cuando se pone en el molde, lo más común es enmantequillar y/o enharinar el fondo y las paredes para poder retirarlo con facilidad cuando esté preparado. El truco más seguro para que no se pegue es, en lugar de lo anterior, poner papel de aluminio (como si fuese un molde interior) y quitarlo al final.
b) Precalentar: encender el horno a temperatura media (200ºC) unos 5 minutos antes de meter el bizcocho
b) Alternar el calor: al introducir el bizcocho, poner el fugo sólo con los quemadores de abajo por aproximadamente 20 minutos. Transcurrido este tiempo, hornear por ambos lados por 20 minutos más.
c) Comprobar la cocción: no abras el horno hasta que hayan transcurrido al menos 40 minutos o se bajará el bizcocho. Es el tiempo aproximado que tarda en hacerse, sin embargo, esto dependerá de diferentes factores (humedad de la masa, grosor del molde, clima, estado del horno, etc.) de manera que debes comprobar pinchando en el centro con un palillo o un cuchillo afilado. Si no saliera limpio de masa, es necesario darle más tiempo de cocción: baja la temperatura y vuelve a poner el fuego sólo por debajo.
d) Enfriar antes de cortar: espera a que termine de salir vapor para que no se rompa o apelmace.

Parecen muchos pasos, pero todo es muy sencillo y el resultado te dejará muy contento. ¡Pruébalo!





jueves, 23 de mayo de 2013

Receta rápida: pan pita

Ingredientes:

250gr Harina tamizada
12gr Levadura en polvo
150ml Agua tibia
2 Cucharadas de aceite
1 Cucharadita de sal

1- Comenzamos calentando el agua y disolvemos los 12gr de levadura en ella.

2- En un bol, tamizamos la harina y añadimos el resto de ingredientes.

3- Comenzamos a mezclar con nuestras manos, amasando ligeramente, y añadimos un poco más de harina si la masa queda algo pegajosa. Si lo deseamos, también podemos añadir alguna especia o hierba para añadir sabor a nuestro pan.

4- Una vez la textura sea la correcta, amasamos durante unos cinco minutos, formamos una bola con la masa y la dejamos reposar durante unos 30 minutos cubierta con un paño para que doble su volumen.

5- Dividimos la masa en tres trozos iguales, las aplastamos y damos forma de torta y dejamos reposar de nuevo, cubiertas por un paño, para que vuelvan a doblar su volumen.

6- Calentamos una sartén. Podemos poner la masa sobre ella sin más o añadir un poco de aceite o mantequilla. Nosotros hemos optado por la mantequilla para añadir sabor y aumentar la suavidad del pan.

7- Dejamos la sartén a fuego medio-bajo y cocinamos nuestro pan durante 2-3 minutos por cada lado, cubriendo la sartén con una tapa.

Con nuestro pan pita listo, podemos añadirle el relleno que deseemos o incluso tomarlo a modo de pizza:


lunes, 13 de mayo de 2013

Tortitas de patata

Hoy os traemos una forma original, divertida y muy sana de tomar patatas. Es una receta muy flexible que, siguiendo unos mínimos, siempre será deliciosa y puede ayudarnos cuando los más pequeños no acepten el tradicional puré.

Ingredientes:

4-5 Patatas
1/2 Cebolla
1 Tomate
2 Dientes de ajo
3 Champiñones
2 Cucharadas de mantequilla
1 Taza de harina
1 Taza de queso rallado
2 Huevos



Comenzamos preparando un puré de patatas. Para agilizar el proceso, pelamos las patatas y las troceamos en cubos pequeños, luego las ponemos en una olla pequeña o cazo, cubriéndolas con agua, y las llevamos a un fuego medio durante unos 14 minutos desde que comience a hervir. Pasado este tiempo, pinchamos con la punta de un cuchillo sobre un cubo de patata y retiramos del fuego si vemos que están lo suficientemente cocidas.

Escurrimos ligeramente y machacamos las patatas con ayuda de una cuchara, hasta obtener algo así:



A continuación picamos la media cebolla, los dientes de ajo y los champiñones, todo lo más pequeño posible.

Ponemos una sartén a fuego medio bajo con 3 cucharadas de aceite y comenzamos a cocinar la cebolla y el ajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera para evitar dañar la sartén.

Una vez comience a dorarse la cebolla, añadimos los champiñones y cocinamos hasta que veamos como cogen color. Retiramos del fuego y reservamos.

Ponemos el puré que preparamos antes en un bol y comenzamos a añadir el resto de ingredientes. Primero, la cebolla con el ajo y champiñones, mezclando bien con el puré.

Cogemos el tomate y lo pelamos con cuidado ya que para esta receta sólo usaremos la piel. Una vez la tengamos, la troceamos y añadimos al bol. Hacemos lo mismo con el queso y los huevos y removemos.

Hasta este momento no hemos añadido nada de sal ni ninguna hierba, pero este es el momento de hacerlo. Así que añadimos sal al gusto, pimienta, albahaca y perejil para volver a remover.

Tendremos una mezcla muy pegajosa casi imposible de cocinar, así que nos ayudaremos de la harina para poder hacerlo.

Añadimos muy poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una textura más firme que consideremos suficiente para cocinarla en una sartén o plancha sin riesgo a que se nos rompa mientras lo hacemos.



Con nuestra mezcla lista, es el momento de calentar una sartén a fuego bajo con unas gotas de aceite.

Cuando esté caliente, añadimos una cucharada sopera de la mezcla y repartimos por la sartén hasta formar una tortita de unos 7-8 centímetros .

La cocinaremos durante unos 2 minutos por cada lado, repitiendo el proceso hasta gastar toda la mezcla (saldrán alrededor de 7).

Una vez terminemos de cocinarla, nos quedará algo parecido a esto:



Hasta la próxima entrada!


viernes, 10 de mayo de 2013

Cinnamon rolls o rollitos de canela

¡Hola!

Es sabido que muchos de los productos utilizados en la cocina de antaño son nocivos para nuestra salud y, algunos que no lo eran, han ido adquiriendo toxicidad con el correr de los tiempos. Con la panadería y pastelería solemos enfrentarnos más frecuentemente a este problema: azúcar refinada, manteca y grasas de origen animal, millones de yemas de huevo por preparación, etc., pero nada nos obliga a seguir las recetas a rajatabla, por muy tradicionales que sean, o a no echar mano a productos o trucos que puedan disminuir su impacto en nuestro organismo sin renunciar al placer que nos aportan los alimentos. Eso es lo que hemos intentado en nuestra versión de estos clásicos panecillos de canela. Aquí dejamos la receta:

Masa: 

4 tazas de harina
1 taza de puré de zapallo
1 vaso de leche desnatada
1 1/2 cucharada de mantequilla reducida en calorías
2 cucharadas de levadura en polvo

Para el puré de zapallo, hervirlo en la menor cantidad de agua posible o al vapor y luego triturarlo.

Lo primero que necesitamos hacer es activar la levadura en la leche tibia, para luego mezclar todos los ingredientes, dejando a parte una taza de harina y añadiendo una cantidad moderada de algún endulzante libre de calorías de nuestra elección. Mezclamos todo, y poco a poco añadimos el vaso de harina que reservamos tanto para conseguir la masa como para enharinar la superficie de trabajo. Tenemos que lograr una textura lisa, fácil de manejar y que no se pegue ni a la mesa ni a las manos.

En nuestro caso, la taza adicional fue de harina integral multigrano.

Mientras dejamos reposar la masa por unos 20 minutos, preparamos lo que dará el real sabor a los rollitos

Relleno:

4 cucharadas de azúcar rubia
1 1/2 cucharada de canela
1 1/2 cucharada de mantequilla reducida en calorías
1 pizca de nuez moscada
Ralladura de 1 naranja.

Si se desea un sabor más intenso a canela, lo mejor es prescindir de la ralladura de naranja, que aporta un sabor muy propio y marcado.

Extendemos la masa en un rectángulo, procurando que tenga un espesor parejo de aproximadamente 8 milímetros, y la pintamos con la mantequilla fundida para luego cubrirla con la mezcla de canela, azúcar y nuez moscada que habremos unido en un cuenco para procurar que se distribuya en forma regular por la masa. Finalmente rallamos directamente la piel de la naranja, evitando la parte blanca. Enrollamos a lo largo, con cuidado para no romper nuestra masa.

Al llegar al final, puedes añadir un poco de agua fría con los dedos en el borde para que  se pegue al rollo de masa.

Cortamos con un cuchillo seco, trozos de aproximadamente 2,5 cm. y los disponemos en la placa del horno separados entre sí. Por encima, ponemos un poco de azúcar rubia adicional, aunque también podríamos pintarlos con huevo, almíbar o dejarlos tal cual.



Tras hornearlos por 20 minutos a 200ºC en un horno precalentado, obtendremos unos deliciosos cinnamon rolls ideales para acompañar con un té, café, mate o chocolate caliente.



Anímate a prepararlos, son muy sencillos y ricos

¡Hasta la próxima entrada!


lunes, 6 de mayo de 2013

Receta rápida: tarta de queso

Hoy os traemos una receta muy rica y rápida, perfecta para esos días en los que nos apetezca algo dulce que nos lleve poco tiempo o cuando no podamos contar con un horno para nuestros postres.

No usaremos gelatina para esta receta, así que también lo es para aquellos que, al igual que nosotros, no quieran hacer uso de ella.

Ingredientes:

300mL Leche
100gr Leche condensada
150gr Queso cremoso
Vainilla
Sémola
Galletas
Mantequilla

Los ingredientes que vamos a usar ya contienen una importante cantidad de azúcar y endulzarán nuestra receta, por lo que no usaremos ningún tipo de edulcorante. Comencemos:

1- Lo primero que haremos será preparar la base de nuestra tarta. Para ello trituraremos unos 250gr de galletas de nuestra elección y las mezclaremos con dos cucharadas de mantequilla derretida. Cubrimos la base del molde que vayamos a usar con esta mezcla, lo tapamos con film transparente y llevamos al congelador.

2- Lo siguiente es mezclar el queso cremoso y la leche condensada en un bol grande. Para ello nos ayudaremos de una varilla y mezclaremos hasta obtener una mezcla suave y homogénea.

3- Sin dejar de remover la mezcla, comenzamos a verter todo el contenido de la leche. No os procupéis cuando veáis que queda una mezcla muy líquida, la sémola la espesará hasta el punto que queramos.

4- Vertemos sobre un cazo u olla y la llevamos al fuego a media potencia, hasta que comience a hervir.

5- Una vez hierva, vamos añadiendo la sémola muy poco a poco y removiendo constantemente para evitar la aparición de grumos. Añadiremos de 4 a 6 cucharadas y removeremos durante 4-5 minutos. Con dicha cantidad, a los 5 minutos, nuestra mezcla ya estaba lo suficientemente espesa para ofrecer resistencia a la varilla que usábamos para remover. Si en vuestro caso no es así, es tan fácil como añadir una cucharada más hasta conseguir el espesor deseado.

6- Echamos nuestra mezcla en el molde que metimos en el congelador esparciéndola bien y reservamos en la nevera durante unos 25-30 minutos.

Pasado este tiempo, nuestra tarta ya estará lista para servir:

Nosotros hemos optado por una base de pancakes y la hemos cubierto con sirope de fresa.

domingo, 5 de mayo de 2013

Crema ligera de pasas al ron

¡Hola!

Nos encantan los postres y siempre nos saben a poco, por eso, hoy traemos una crema de pasas al ron muy ligera, con la que podemos ser más generosos al momento de servir las raciones. Además, es rápida, sencilla y de ingredientes de andar por casa. ¡Manos a la obra!

Para 5 personas, necesitarás:

140 ml de ron
2 cucharadas de pasas moscatel
1 litro de leche descremada
4 clavos de olor
3 cucharadas de fécula de maíz
1 huevo


Lo primero que tenemos que hacer es poner a hidratar las pasas picadas en el ron la noche anterior para que se queden suaves y blandas. Al día siguiente, seguiremos los pasos que haríamos para preparar unas natillas, modificándolos ligeramente:

Ponemos a calentar la leche en una olla, reservando aproximadamente un vaso. Añadimos los clavos de olor, las pasas, el ron y el endulzante libre de calorías que prefieras (nosotros utilizamos stevia).

Puedes usar vainilla, piel de cítricos, canela o lo que más te guste, pero retirarlo antes de servir en raciones individuales.

Mientras hierve la leche, agregamos la fécula de maíz y el huevo al vaso de leche que dejamos aparte y, con ayuda de una minipimer, lo licuamos todo hasta que quede perfectamente integrado.

Puedes reemplazar la minipimer por un colador para tamizar el huevo y  evitar las membranas que arruinarían el postre.

Lo añadimos al resto de la preparación y cocinamos por aproximadamente 5 minutos sin dejar de remover para que no se pegue al fondo, hasta que tome cuerpo y se convierta en una crema fluida. Recuerda que al enfriar, tendrá una consistencia mucho más espesa. Ponemos en moldes o vasos individuales cuando está todavía caliente, y dejamos enfriar.

Como sugerencia para la presentación, hemos reemplazado la tradicional galleta por una mezcla a partes iguales de nueces y azúcar rubia trituradas.


Repartimos la mezcla sobre las natillas a medio cuajar, dejamos enfriar ya sea al temperatura ambiente, o refrigerándolas si el clima es demasiado cálido.


¡Ya está listo!

Hasta la próxima entrada.

domingo, 28 de abril de 2013

Dorayaki

El dorayaki es generalmente conocido gracias a Doraemon y el despistado Nobita, que sentían una gran debilidad por ellos, pero lo cierto es que en Japón es un dulce tradicional muy conocido y uno de los favoritos de los más pequeños a la hora de la merienda.

Su traducción al castellano sería algo como "gong a la plancha" y su aspecto realmente nos recuerda al de los clásicos pancakes, pero la diferencia entre ambos radica en que el dorayaki consiste en dos tortitas rellenas.

Originalmente se usa el anko (pasta de porotos azuki o rojos), pero también se suele usar la crema de castaña o de boniato.

Hoy, para ser lo más fieles posible a la receta original, los prepararemos con una pasta de porotos rojos.

Ingredientes para 5 unidades:

100gr Harina
2 Huevos
250gr Azúcar
6gr Levadura en polvo
2 Cucharadas de Miel
150mL Agua o Leche
200gr Porotos azuki o rojos
Sal



Comenzamos preparando nuestra pasta de porotos que habremos tenido en remojo durante toda la noche anterior.

Los ponemos en una olla con bastante agua y llevamos a ebullición. Una vez hierva, dejamos a fuego alto durante unos 30-35 minutos o hasta que veamos que nuestros porotos están los suficientemente blandos como para comerlos. Podemos cubrir nuestra olla si lo deseamos para acelerar el proceso.

Bajamos el fuego a medio-bajo, destapamos y comenzamos a retirar agua con cuidado de dejar un poco bajo nuestros porotos, ya que de lo contrario nos puede quedar una crema muy espesa.

Dejamos cocer removiendo de vez en cuando y vamos añadiendo 200gr de azúcar y una cucharadita de sal.

El azúcar lo añadiremos en tres tiempos, removiendo hasta mezclarla por completo cada vez.

Una vez añadamos todo el azúcar y la cucharadita de sal, seguimos removiendo y comenzamos a presionar un poco con nuestra cuchara de madera o el utensilio que usemos en este momento para machacar un poco los porotos, hasta tener una pasta con el espesor de nuestro gusto, siempre teniendo que en cuenta que lo usaremos como relleno.



Con la pasta lista, la dejamos enfriar y nos ponemos con el dorayaki.

Batimos los huevos en un bol, con el resto del azúcar y la miel.

Normalmente no solemos usar azúcar, pero en este caso queríamos ser fieles dentro de lo posible a la receta original. Si lo preferís, podéis usar cualquier otro edulcorante como la stevia ya que el resultado no variará demasiado en cuanto a aspecto y sabor, pero vuestra salud si lo notará y os lo agradecerá.

Lo mismo ocurre con el agua, ya que la receta original se elabora con agua y no con leche.

Mezclamos el agua y la levadura en un vaso y la añadimos a la mezcla de los huevos, agregando además la harina tamizada. Mezclamos bien y dejamos reposar durante unos 25 minutos.



No sólo se parecen en el aspecto, el procedimiento para elaborar el dorayaki es exactamente igual al de los pancakes. Por lo tanto, usaremos una plancha lisa o sartén con unas gotas de aceite.

Se dice que lo ideal para comenzar a prepararlos es dejar la sartén sobre un fuego al máximo durante 1 minuto y entonces bajarlo al mínimo y comenzar a poner nuestra mezcla sobre la misma.

Nosotros nos limitamos a calentar unos segundos la sartén a casi el mínimo, que es el mismo fuego que usaremos durante todo el proceso, con buenos resultados.

Vertemos 2-3 cucharadas o medio cazo de nuestra mezcla sobre la sartén o plancha y dejamos cocinar hasta que veamos que comienzan a salir burbujas. Entonces le damos la vuelta y cocinamos por el otro lado.

Una vez listas todas las tortas comenzamos a rellenarlas, untando una y colocando otra sobre la pasta de porotos. Y así ya tenemos listos nuestros dorayaki: