Es sabido que muchos de los productos utilizados en la cocina de antaño son nocivos para nuestra salud y, algunos que no lo eran, han ido adquiriendo toxicidad con el correr de los tiempos. Con la panadería y pastelería solemos enfrentarnos más frecuentemente a este problema: azúcar refinada, manteca y grasas de origen animal, millones de yemas de huevo por preparación, etc., pero nada nos obliga a seguir las recetas a rajatabla, por muy tradicionales que sean, o a no echar mano a productos o trucos que puedan disminuir su impacto en nuestro organismo sin renunciar al placer que nos aportan los alimentos. Eso es lo que hemos intentado en nuestra versión de estos clásicos panecillos de canela. Aquí dejamos la receta:
Masa:
4 tazas de harina
1 taza de puré de zapallo
1 vaso de leche desnatada
1 1/2 cucharada de mantequilla reducida en calorías
2 cucharadas de levadura en polvo
Para el puré de zapallo, hervirlo en la menor cantidad de agua posible o al vapor y luego triturarlo. |
Lo primero que necesitamos hacer es activar la levadura en la leche tibia, para luego mezclar todos los ingredientes, dejando a parte una taza de harina y añadiendo una cantidad moderada de algún endulzante libre de calorías de nuestra elección. Mezclamos todo, y poco a poco añadimos el vaso de harina que reservamos tanto para conseguir la masa como para enharinar la superficie de trabajo. Tenemos que lograr una textura lisa, fácil de manejar y que no se pegue ni a la mesa ni a las manos.
En nuestro caso, la taza adicional fue de harina integral multigrano. |
Mientras dejamos reposar la masa por unos 20 minutos, preparamos lo que dará el real sabor a los rollitos
Relleno:
4 cucharadas de azúcar rubia
1 1/2 cucharada de canela
1 1/2 cucharada de mantequilla reducida en calorías
1 pizca de nuez moscada
Ralladura de 1 naranja.
Si se desea un sabor más intenso a canela, lo mejor es prescindir de la ralladura de naranja, que aporta un sabor muy propio y marcado. |
Extendemos la masa en un rectángulo, procurando que tenga un espesor parejo de aproximadamente 8 milímetros, y la pintamos con la mantequilla fundida para luego cubrirla con la mezcla de canela, azúcar y nuez moscada que habremos unido en un cuenco para procurar que se distribuya en forma regular por la masa. Finalmente rallamos directamente la piel de la naranja, evitando la parte blanca. Enrollamos a lo largo, con cuidado para no romper nuestra masa.
Al llegar al final, puedes añadir un poco de agua fría con los dedos en el borde para que se pegue al rollo de masa. |
Cortamos con un cuchillo seco, trozos de aproximadamente 2,5 cm. y los disponemos en la placa del horno separados entre sí. Por encima, ponemos un poco de azúcar rubia adicional, aunque también podríamos pintarlos con huevo, almíbar o dejarlos tal cual.
Tras hornearlos por 20 minutos a 200ºC en un horno precalentado, obtendremos unos deliciosos cinnamon rolls ideales para acompañar con un té, café, mate o chocolate caliente.
¡Hasta la próxima entrada!
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