No usaremos gelatina para esta receta, así que también lo es para aquellos que, al igual que nosotros, no quieran hacer uso de ella.
Ingredientes:
300mL Leche
100gr Leche condensada
150gr Queso cremoso
Vainilla
Sémola
Galletas
Mantequilla
Los ingredientes que vamos a usar ya contienen una importante cantidad de azúcar y endulzarán nuestra receta, por lo que no usaremos ningún tipo de edulcorante. Comencemos:
1- Lo primero que haremos será preparar la base de nuestra tarta. Para ello trituraremos unos 250gr de galletas de nuestra elección y las mezclaremos con dos cucharadas de mantequilla derretida. Cubrimos la base del molde que vayamos a usar con esta mezcla, lo tapamos con film transparente y llevamos al congelador.
2- Lo siguiente es mezclar el queso cremoso y la leche condensada en un bol grande. Para ello nos ayudaremos de una varilla y mezclaremos hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
3- Sin dejar de remover la mezcla, comenzamos a verter todo el contenido de la leche. No os procupéis cuando veáis que queda una mezcla muy líquida, la sémola la espesará hasta el punto que queramos.
4- Vertemos sobre un cazo u olla y la llevamos al fuego a media potencia, hasta que comience a hervir.
5- Una vez hierva, vamos añadiendo la sémola muy poco a poco y removiendo constantemente para evitar la aparición de grumos. Añadiremos de 4 a 6 cucharadas y removeremos durante 4-5 minutos. Con dicha cantidad, a los 5 minutos, nuestra mezcla ya estaba lo suficientemente espesa para ofrecer resistencia a la varilla que usábamos para remover. Si en vuestro caso no es así, es tan fácil como añadir una cucharada más hasta conseguir el espesor deseado.
6- Echamos nuestra mezcla en el molde que metimos en el congelador esparciéndola bien y reservamos en la nevera durante unos 25-30 minutos.
Pasado este tiempo, nuestra tarta ya estará lista para servir:
Nosotros hemos optado por una base de pancakes y la hemos cubierto con sirope de fresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario