A pesar de ser ricas, las croquetas a menudo también son un plato tedioso y prohibido en nuestra dieta por ingredientes considerados básicos como el jamón. Hoy os traemos una receta rápida, sencilla y apta para la dieta vegetariana.
Ingredientes:
3 Patatas grandes
3 Huevos medianos
Pan rallado
Queso
Leche
La patata es el ingrediente principal de esta plato, así que comenzamos cociéndolas hasta el punto en el cual podamos hacer puré con ellas fácilmente. Para agilizar este paso podemos pelar y trocear cada patata, así disminuimos el tiempo necesario de cocción a unos 10-12 minutos.
Una vez cocidas, las escurrimos y pasamos a un bol para machacarlas con ayuda de un tenedor. Con las patatas machacadas, añadimos dos huevos y mezclamos. Vamos al siguiente paso.
Por lo general, en este tipo de recetas se suele añadir el queso directamente al bol, pero nosotros haremos algo diferente.
En un cazo pequeño ponemos a calentar un vaso de leche, a fuego medio-bajo, sin dejar que llegue a hervir en ningún momento.
Cuando la leche tome temperatura, comenzamos a añadir el queso, removiendo con una varilla constantemente. En la foto de ingredientes no aparece, pero ademas del queso rallado hemos usado queso gouda en lonchas. Basta con partirlo en trozos con nuestras manos e ir añadiendo a la leche junto con el queso rallado. No diremos una cantidad en concreto, simplemente hay que añadir y remover hasta que obtengamos una crema de queso que ofrezca bastante resistencia a nuestra varilla.
Con la crema lista, volvemos al bol y la vertemos para mezclar junto con el puré de patatas.
Probamos y añadimos sal al gusto. Ademas, nosotros hemos añadido un poco de albahaca, que dará un toque de sabor y aroma al plato.
Si hemos hecho una crema de queso lo suficientemente espesa, no deberemos necesitar nada más. Pero si vemos que nuestra mezcla para la croquetas no tiene la consistencia suficiente podemos añadir un poco de harina, de maíz a ser posible, ya que la de trigo podría ocultar un poco el sabor de la misma.
Es el momento de usar el tercer huevo y el pan rallado.
Rompemos el mismo sobre un plato y batimos ligeramente.
Para este paso podemos usar una cuchara o trabajar con las manos. Para mi es más fácil lo segundo, así que recomiendo que lo hagáis así.
Cogemos un poco de mezcla entre nuestros dedos y comenzamos a darle forma de croqueta, de forma que nos quede una de unos 5 centímetros. Pasamos por el huevo, dejando que se bañe por completo, y añadimos una capa de pan rallado pasándola por el mismo. Volvemos a darle un poco la forma que habrá perdido durante este proceso y reservamos.
Hecho esto, sólo tenemos que llevar nuestras croquetas a una sartén con aceite caliente y comenzar a freírlas. Bastará con un par de minutos por cada lado, hasta que empiecen a tomar un tono dorado.
Reservamos sobre papel de cocina durante unos minutos y ya tendremos listas para servir unas croquetas diferentes e igualmente cremosas que seguro no defraudarán a nadie.
Desde aquí os animamos a probar con otros ingredientes de vuestro gusto como la espinaca, seitán o champiñones ya que es un plato que puede llegar a ser muy flexible. Todo depende de nuestra creatividad!
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